Evidentemente
que hechos así no suelen suceder por aquí, no porque estos no ocurran sino
porque a todos les da igual y nadie protesta por ellos. Sin embargo, allá, en
el lugar donde nace el sol antes que nadie todos los días, más de 2.000 personas
terminaron denunciando al periódico japonés “Asahi” para que éste rectifique
públicamente sus artículos periodísticos que tratan sobre los prostíbulos
militares durante la Segunda Guerra Mundial, argumentando que tal cuestión mancha
la reputación de Japón. Por lo menos así lo indicó semana pasada la prensa
local.
La denuncia
colectiva, que no tiene nada contra el uso de las barandas de las escaleras por
las japonesas pero que incluye ciudadanos japoneses que viven en Estados
Unidos, fue presentada al tribunal del distrito de Tokio, según lo informó el “Asahi”
y otros diarios.
Es que de
acuerdo con los denunciantes, los artículos que fueron publicados durante los
años 1980 sobre las mujeres esclavas, dieron la falsa imagen de que Japón y su
ejército colocaron en práctica un sistema de esclavitud sexual.
Y como nada
es gratis en esta vivida, los denunciantes piden al periódico que pague tres
millones de ienes (253.000 dólares) de compensación - a quién, no sé- y que
publique mensajes de disculpas en la prensa internacional.
Durante el
mes pasado, cerca de 8.700 personas, entre ellas varios diputados conservadores
y profesores -no necesariamente de artes marciales-, ya habían presentado una denuncia
similar.
Para
entender mejor un tema con evidente trama nocturna-sicodélica, durante la
década de 80 el Asahi publicó varios artículos periodísticos sobre lo que ocurriera
durante ese período con base en el testimonio, después desacreditado, de un individuo
japonés que decía haber reclutado mujeres coreanas para los prostíbulos
militares.
Luego de
años de presiones -incluso de vientre-, el periódico acabó pidiendo disculpas y
su presidente renunció, pero el tema volvió a resurgir con la llegada al poder
del conservador Shinzo Abe, que desea mejorar la imagen de Japón… Saliendo mejor en la foto.
Eso, porque
la extrema derecha japonesa intenta rehabilitar el papel de Japón durante la
Segunda Guerra Mundial frente al discurso de culpa que prevaleció hasta ahora
sobre las atrocidades cometidas durante ese período… Que no fueron pocas.
A pesar de escasos
archivos oficiales, la mayoría de los historiadores consideran que 200.000 mujeres,
en su mayoría coreanas, aunque también de China, Indonesia, Filipinas y Taiwán,
fueron obligadas a prostituirse en prostíbulos militares llamados de “puestos
de confort”… Donde algún memo había colgado una plaquita que decía: “ría hoy
para llorar mañana”, aunque pronto la retiraron.
Los
historiadores concuerdan que las mujeres fueron obligadas a prostituirse y que el
ejército imperial y el gobierno estuvieron metidos directamente -y hasta la
manija- de una manera tácita en el sistema obligatorio de las artes en la
horizontal.
Sin embargo,
los representantes de la extrema derecha afirman que éstas eran prostitutas
comunes y que se trataba de un intercambio comercial… Tipo aquel: me das unas
monedas que yo te doy felicidad enfrascada.
En todo
caso, mismo que algunos ya me alertasen sobre la extensión de estos parágrafos
aparentemente confusos en que la verdad y lo ilusorio se diluyen con tanta
frecuencia, insisto y persisto en decir que salvo me torne un inútil en el
paisaje de las coherencias y con ello capitalizar la Nada, no hay nada que
hacer contra mi pacifismo inerme… ¡Impresionante!
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