Siempre hay
lo qué investigar en este mundo enigmático. Tal vez por eso, o por no saber qué
mejor hacer durante las cátedras, que un grupo de peritos elaboró un trabajo
científico por el que afirma que las mujeres son más propensas a engañar a un sujeto
si éste tiene “testículos grandes”… Si, ese mismo que acabó de leer.
Para alcanzar
tal conclusión voluminosa-inguinaria, los investigadores de la Universidad de
Oslo estudiaron primates -bonobos, específicamente- y llegaron a la deducción
de que una hembra es más propensa a tener otros relacionamientos sexuales si su
pareja tiene las criadillas aventajadas… No tanto como los huevos del avestruz.
En todo
caso, parece que la regla no funciona solamente con monos. Según estos doctos,
en una especie de langosta, sus testículos ocupan mitad de su peso corporal…
Por lo que imagino deban sufrir de tremendos dolores de espalda.
Como sea, estos
eruditos afirman que los testículos son aún mayores en los erizos de mar, por
lo que ellos se diseminan directamente en el océano para aumentar la chance de
fertilizar el óvulo. En verdad, los erizos no son nada más que grandes
testículos con una pequeña concha a su vuelta… Lo que lleva a exhortar no
confundir a estos con una gran concha con un pendejo a la vuelta.
En fin, como
imagino que el leyente está curioso para saber otros factores bizarros sobre la
infidelidad, relacionaré a seguir -con más sudor que sangre- algunas causas de
engaños probadas que vale la pena conferir:
Facebook es
un caso esperando para que acontezca - Las personas
dicen que a través de Facebook se consigue descubrir cuanto tiempo ira durar su
relacionamiento… Tal vez porque ellas mismas sean las culpadas. Un estudio
publicado por el diario “Cyberpsychology, Behaviour and Social Networking” sugiere
que la red social lleva usuarios a reconectarse con antiguos mariposeos, lo que
generaría consecuentemente más affaires, términos y divorcios… Lo que crearía
una excelente oportunidad para abogados expertos.
Los
franceses son quien más traicionan - Dicen que
los franceses son los mejores amantes del mundo, pero eso no significa que sea
amor verdadero. Un estudio descubrió que la mayoría de los hombres y un tercio
de las mujeres de dicho país admiten engañar sus parejas, lo que indica que la
infidelidad está en alta en Francia en ambos sexos. La infidelidad viene creciendo
en ese país desde los años 1970, cuando apenas cerca del 19% admitía engañar
(desde lo principal hasta trocar textos picantes).
Infieles
adoran restaurantes de cadenas famosas - ¿Sospecha que su pareja lo está engañando? Pues bien, el primer lugar
que uno debería dar una espiada es en las tiendas de grandes cadenas de restaurantes.
Según una investigación realizada por “Ashley Madison” con 40 mil infieles
confesos, reveló que ellos aman cenar en secreto en restaurantes como Outback,
Chili’s, Red Lobster y Taco Bell… Y no en la tasca de la esquina.
Fingir el
orgasmo es una gran señal - Si su pareja
está fingiendo en la cama… ¡Desconfíe! Eso puede ser un mal señal de que él o
ella esté en acción en la cama de otra persona. Un estudio afirma que tanto hombres
cuanto mujeres que fingen orgasmos en el momento crucial, son más propensos a
la infidelidad.
Hombres con
voces profundas engañan más (según ellas) - Barry White puede que tenga una de las voces más sensuales de todos los
tiempos, sin embargo, si este estudio está correcto, tal vez él también sea un
gran infiel. De acuerdo con un estudio publicado en el diario “Evolutionary
Psychology”, ellas temen que hombres con voces más profundas sean más propensos
a la traición, una vez que mujeres de voces más agudas son más inclinadas a la
infidelidad. Eso, porque cuanto más testosterona un hombre tiene, más grave es
su voz, y cuanto más estrógeno una mujer posee, más aguda será su voz… Cuanto a
los mudos, no se sabe.
Mujeres rubias
son más infieles - Las rubias se divierten más
(tipo, mucho más). Una investigación realizada por el sitio “CheaterVille.com”
descubrió que el color del cabello puede ser un indicador de probabilidad de
ser infiel, y las rubias fueron el destaque. El sitio reveló que el 42% de las
infieles tienen cabello rubio. En segundo lugar quedaron la pelirrojas (23%) y
luego las morenas (11%)… Ahora resta saber si las coloraciones naturales hacen
diferencia o no… Y ni que decir de las que usan pelucas.
En todo
caso, a mí, eso me basta para rever el antiguo axioma: “Pennis erectum non
habit concientia”, para imaginar que todo lo dicho anteriormente no pasa de
verdades convencionales de una civilización avanzada y, sabiamente, concluir
porqué en tales estudios hasta las anémonas son anémicas… ¡Delirante!
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