La palabra inglesa “hippie” derivó de otra
palabra en inglés, “hípster”, que designaba las personas en los EE.UU. que se
envolvían con la cultura negra; por ejemplo: Harry “The Hipster” Gibson. Sin
embargo, el 6 de septiembre de 1965, por la primera vez, en un periódico de San
Francisco, un artículo del periodista Michael Fellon usó la palabra “hippie”
para referirse a los jóvenes bohemios al contrario de los viejos bohemios de la
llamada generación beat. Pero la gran prensa aún tardó casi dos años para
utilizar la nueva palabra. Luego, el 7 de julio de 1967 la revista TIME
destacaba en su edición: Los Hippies: La filosofía de una subcultura.
El flujo turístico que acompañó el ampliamente
divulgado Verano del Amor de San Francisco (en inglés: San Francisco Summer of
Love) no hizo nada para intensificar la contracultura. De hecho, cuando la
cultura hippie comenzó a ser invadida por el comercio a mediados de 1967, ser
un hippie había perdido su significado original.
Alrededor de 1970, mucho del estilo hippie, pero
muy poco de la esencia del movimiento, fue absorbido por la cultura principal.
Y aunque la gran prensa perdió interés en su subcultura, muchos hippies
mantuvieron una profunda conexión con la misma.
Como los hippies tendieron a evitar la publicidad
después del Verano del Amor y de Woodstock, surgió un mito popular de que el
movimiento no existía más. De hecho, continuó existiendo en comunidades en
diversos países, principalmente el “vale todo” dentro de las universidades. Aún
hoy, muchos de ellos siguen el estilo y se encuentran en festivales y
encuentros para celebrar la vida y el amor, como en el Festival de la Paz
(“Peace Fest”).
En todo
caso, hoy día la dirección de la “Universidad de Harvard”, uno de los centros
de enseñanza superior de mayor prestigio en los Estados Unidos, se les ha
ocurrido prohibir que los profesores mantengan “relaciones sexuales o
románticas” con sus alumnos tanto femeninos como masculinos, luego después que
un comité interno realizara una verificación en su política sobre asedio.
El referido
Comité de la Facultad de Artes y Ciencias fue quien se encargó de explicar que
la revisión de la política determinó que el lenguaje actual sobre las
relaciones entre las personas de status diferentes no reflejaba explícitamente
las expectativas de la “universidad” sobre lo que constituye “una relación
apropiada”, y ni todo debe ser “paz y amor”.
Dentro de
este contexto, el comité declaró que a partir de ahora están prohibidas las
relaciones entre los funcionarios de cualquier nivel y los estudiantes de
graduación y pos-graduación… Lo que significa que entre estudiantes o entre
profesores no deba continuar el viejo adagios “viva la pepa”.
En realidad,
esta mudanza ocurre en un momento en que las principales universidades
americanas necesitaron colocarse en la defensiva debido al aumento de denuncias
de violencia sexual en los campus… O sea, el amor vale pero la paz no.
Por ejemplo,
en mayo de 2014, el “Departamento de Educación” de los Estados Unidos llegó a
publicar una lista que contenía el nombre de las 55 universidades que estaban
siendo examinadas por el gobierno por supuestamente estar realizando una mala
gestión sobre las denuncias de asedio y abuso sexual.
El caso es
que localizada en el estado de Massachusetts, Harvard está incluida en la
mencionada lista. No obstante ella y su eterna rival, la “Universidad de Yale”,
hayan decidido prohibir las relaciones entre estudiantes y profesores en 2010,
pero a lo que parece, las reglas no eran bien claras.
En todo caso
y sin poder evitar que los egresados de la citada institución obvien a
posterior poner sus dedos a disposición de la oxides del dinero y los aplausos
burgueses, muchos de los estudiante y profesores no comprenden aun, por qué
deben sujetarse a estas sudoríparas mudanzas deprimentes, que les hace cambiar
los fríos raciocinios nocturnos por las aburridas tibiezas soleadas… ¿Quién lo
puede explicar?
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