Ya es público
y notorio que la “Publicidad” se refiere a cualquier tipo de anuncio destinado
al público, por lo que cuyo principal objetivo es promover la venta de bienes y
servicios, y que su principal función es la de familiarizar al consumidor
potencial con: el producto o servicio, su denominación, el productor, las
ventajas y beneficios de la compra, así como informar sobre los puntos de venta
existentes para su adquisición.
Es en este
sentido que a través de la publicidad se dan a conocer nuevos productos y
servicios, o las mejoras a los ya existentes en el mercado y novedades
tecnológicas que marcan un nuevo estilo de vida. La influencia de la publicidad
en los hábitos de consumo de la población es tal, que la mayoría de la gente
prefiere aquellos productos o servicios de los que ha recibido un mensaje
publicitario.
En la
actualidad, con las agresivas competencias y nuevas aperturas comerciales, las
empresas recurren cada vez más a la publicidad para lograr y mantener niveles
de ventas óptimas que permiten su posicionamiento en el mercado y en la mente
de los consumidores.
Por tanto, los
mensajes publicitarios aparecen en los diversos medios de comunicación. Y los
medios utilizados para la publicidad con más frecuencia son la televisión, la
radio, los periódicos, las revistas, Internet y los carteles de gran formato colocados
en las principales vías de comunicación terrestre, sobre los cuales en esta
oportunidad nos ocuparemos de ahora en delante.
Es pues la publicidad exterior un medio altamente eficaz, productivo y
rentable, con el más bajo costo posible por millar de exteriores colocados.
Catalogado como un medio masivo y versátil a la vez, pasa a ser ideal para
campañas con amplia cobertura o para cubrir mercados segmentados
geográficamente a gran escala. Por ende, es un medio capaz de alcanzar al
consumidor más veces, incluso mientras este se traslada al punto de venta.
Utilizándose de ésta máxima y con un poco de sesos, fue creado un polémico anuncio publicitario que terminó por causar la captura de un
carro de propaganda en Moscú, capital de Rusia. En verdad, colocado sobre la
carrocería de un camión, el inusitado anuncio publicitario tenía la siguiente frase: “Ellos
atraen”, y atrás de la rimbombante frase aparecían la foto de dos enormes pechos
desnudos.
Pues bien,
dicen que el objetivo de la pieza publicitaria que fuera creada por la
“AdvTruck.ru”, no era mostrar arte pornográfico, sino que ellos pretendían revelar
la eficiencia que puede tener ese tipo de propaganda, pues Rusia posee una de las
mayores flotas de vehículos del mundo.
Sólo que los
creadores no contaban con un pequeño problema: la publicidad era tan atractiva,
más tan atractiva, que causó 517 accidentes solamente en la capital del país. Los
choferes se distraían -y se bababan- y luego colidían en la trasera de otros coches.
Por causa de
tamaña confusión, la policía moscovita notificó a la empresa de publicidad y aprehendió
el camión con el anuncio. Por su vez, -antes de ser enjuiciada- la dirección de
la “AdvTruck.ru” se comprometió a indemnizar a los choferes -boca-abiertas- que
se accidentaron, para alivio de las compañías de seguro.
En todo
caso, parece que la teoría de la empresa de publicidad quedó comprobada: ¡ese
tipo de anuncio funciona!
(*) Si le
parece bien, visite el blog “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”, http://guillermobasanez.blogspot.com.br/... Libros y e-book disponibles en Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; y en:
www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante
Nenhum comentário:
Postar um comentário