Tan
pronto surgieron los rumores en el país donde primero nace el sol, Corea del
Sur pasó a exigir que el gobierno japonés se disculpe oficialmente con las
esclavas sexuales coreanas… Por lo menos con las conocidas.
A causa de
lo recientemente discutido en los escaños gubernamentales de aquel país de
miradas oblicuas, la presidente surcoreana, Park Geun-Hye, exigió nuevamente que
el gobierno de Japón se disculpe por el tratamiento que fue dado a las mujeres
coreanas que fueron obligadas a prostituirse en los burdeles del ejército
japonés durante la II Guerra Mundial, ya que según ella, “el tiempo urge”.
Según lo afirma
la mayoría de los historiadores, hasta 200.000 mujeres trabajaron y necesitaron
sufrir -sonrientes- en los burdeles del ejército imperial durante el curso de la
guerra, la mayoría de ellas coreanas, aunque también había chinas, indonesias,
filipinas e taiwanesas… Otras no, porque tenían los ojos bien abiertos.
Las
relaciones -que no son sexuales- entre Seúl y Tokio continúan tensas, sobre
todo debido a este drama histórico que viene siendo minimizado por los políticos
conservadores de Japón. Algunos de ellos afirman que estas mujeres de vida (nada)
fácil, más conocidas como “mujeres de confort” entre los carentes soldados del
imperio del sol naciente, eran prostitutas profesionales, aunque ellas no
tuviesen tarjetita de identificación.
En
desacuerdo con ello, Park reiteró su pedido a las autoridades japonesas para
que ellos solucionen este asunto de sexo por obligación “por todos los medios
posibles”, ya que el número de sobrevivientes disminuye a cada día.
“Sólo tenemos
53 sobrevivientes, que tienen, en media, 90 años. El tiempo para restablecer su
honra urge”, dijo la presidente coreana durante un discurso pronunciado por
ocasión del aniversario del levante de 1919 contra la ocupación de la península
por Japón (1910-1945).
La presión
de los coreanos continúa, no obstante Japón haya reconocido oficialmente el sufrimiento
-a veces con placer- de las mujeres asiáticas en la “declaración de Kono”
pronunciada en 1993, la que lleva el nombre del secretario general del gobierno
de aquella época y que expresa las disculpas y los remordimientos de su país.
En todo
caso, una parte de los políticos de derecha realiza regularmente declaraciones ambiguas,
al afirmar que esas mujeres eran prostitutas y no víctimas que fueron obligadas
a prostituirse…
El primer ministro
nacionalista japonés Shinzo Abe y la presidente surcoreana alcanzaron el poder
casi al mismo tiempo, entre fines de 2012 e inicio de 2013, y desde entonces
mantiene relaciones frías… Tal vez porque doña Park tenga miedo de que su par
político quiera hacer con ella lo mismo que hacían sus soldados en aquel
entonces.
Con todo, otra
disputa que está sobre la mesa es la reivindicación de la soberanía por los dos
países de un archipiélago en el mar de Japón, que los coreanos conocen como Mar
del Este.
Y así, mientras
no se aclara este tema de controversias en la horizontal, una vez que he
alcanzado los pináculos de la Nada, paso a reflexionar analogías bajo la
abstención de lo real, tan absurdo cuanto cretino, y concluir que nuestras
amenidades continúan exóticas, así como las investidas contra la orfandad del
orbe, lo que es más dramático… ¡Ilusorio!
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