terça-feira, 14 de abril de 2015

Nunca Festeje Fuera de la Ley


Se afirma que las leyes, en griego “Νόμοι”, es un diálogo de Platón perteneciente a su época de vejez. Pero una vez que observamos más profundamente dicho coloquio, vemos que en él se expresan las teorías de éste filósofo seguidor de Sócrates acerca de la política y la organización social de un modo más realista y menos utópico que lo que se encuentra en diálogos anteriores, quizás, vaya uno a saber, al sentirse influido por sus experiencias con la política en Siracusa.

Por su vez, del latín “lex”, una ley no es más que una regla o norma. Más bien se trata de un factor constante e invariable de las cosas, que nace de una causa primera. A más, las leyes son, por otra parte, las relaciones existentes entre los elementos que intervienen en un fenómeno.

Se puede decir que las leyes buscan limitar el libre albedrío de los seres humanos que conviven en sociedad. Funcionan como un control externo al cual se somete la conducta de las personas para asegurar que se cumplan una serie de normas que respondan a las necesidades de la comunidad. Si una persona considera que está bien realizar una acción que esté penada por la ley, lo normal es que se abstenga de hacerlo, dejando a un lado su creencia individual para sofocar sus deseos de otra manera.

Sin embargo, por no abstenerse de los ardientes deseos que el cuerpo reclama, nada menos que casi una treintena de personas acabaron por ser condenadas a penas de prisión y a pagar multas por haber participado en una gran fiesta al estilo “bacanal” a bordo de un yate en Dubái, en el cual ellas tenían derecho al consumo de bebidas alcohólicas y, lo que parece más importante, sexo a voluntad.

Una vez concluido el proceso judicial, cinco de los acusados, dos hombres y tres mujeres, fueron condenados a un año de prisión cada uno por ser culpados de ejercer “relaciones sexuales consentidas fuera del matrimonio”, conforme lo afirma el periódico local de lengua inglesa “Khaleej Times”. Aunque según cuenta otro diario local, los dos hombres son oficiales de policía.

En todo caso, todas las personas juzgadas acabaron por ser condenadas a pagar multas que varían entre 2.000 e 4.000 dirham, o sea, entre 500 e 1.000 euros, por causa del consumo de alcohol sin licencia, lo que es contrario a la legislación local… Lo otro que hacían ya no importa tanto.

La tal fiesta aconteció el 10 de octubre pasado, momento en que la policía fue alertada sobre el aparente consumo de alcohol en un yate que estaba anclado en la Dubái Marina, en pleno corazón de la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos.

Su cuenta que entre los condenados están 15 hombres (11 de los EAU, dos iraníes y dos comorenses, con edades entre 21 y 43 años) y 13 mujeres (ocho de los EAU, dos marroquíes, una saudita, una yemenita y una omaní, con edades entre 20 e 36 años), conforme revela la materia periodística del “Khaleej Times”.

Para quien no está habituado a ver estas ocurrencia indecentes y pecaminosas en nuestro orbe, no sabe que Dubái es una ciudad-Estado con dos millones de habitantes, en su gran mayoría extranjeros, que pueden consumir bebidas alcohólicas siempre y cuando realicen el pago previo de una licencia para tal… Ahora, sobre eso de hacer ejercicios en la horizontal o entregarse a las delicias de la temporada, no han comentado nada.

Por tanto, advierto al olvidadizo leyente, que muchos caminantes afirman que antes de querer vivir esa absoluta euforia a dos o en sus múltiples pares, lo mejor es tener certeza antes de practicar esa actitud nocturna a veces nociva para la salud que luego lo hará ponerse a cantar como pájaro enloquecido, ya que ocasionalmente es mejor estar solo que mal acompañado… ¡Candente imaginación! 

  (*) Libros y e-book disponibles en: Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; Livraria Siciliano: http://www.siciliano.com.br; www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante; y en: Plataforma editorial Bubok: www.bubok.es/

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