Hace parte del vivir de todo individuo ver de todo en esta vida, y juzgo
que cuanto más se practican esas visiones que no necesariamente son nocturnas, finalmente
uno termina por crear ese tipo de callosidades existenciales que son como un
paraguas preventivo contra cerotes y pusilanimidades.
Sin ir más lejos, por ejemplo, el otro día me encontré con un amigo al
que no veía desde hacía tiempo. Luego de saludarnos efusivamente le pregunté:
¿En dónde trabajas? Su respuesta fue: En el Centro Nuclear de Resonancias
Magnéticas con Estudios de Alto Campo…
Fabuloso, le respondí, sorprendido por tal avance laboral. ¿Y qué haces
ahí?, indagué por pura curiosidad… “Café”, me respondió él.
En fin, por
lo menos desempeñado esa función creo que él estará a salvo ciertas ocurrencias
laborales, como fue lo que le ocurrió a un jefe de sector de una empresa
inglesa, quien terminó siendo preso y luego entró en depresión por haber sido
acusado de un crimen que no cometiera… Por lo menos con esa fémina.
En verdad,
la gordita Sophie, de 23 años, luego de remolonear bastante con las ideas acabó
confesando que inventara la historia para que su casamiento no fuese cancelado…
Lo que es probable que si el maridaje fuese derogado, esta británica se
quedaría sin el pan y sin la torta. Mismo así ella resultó presa luego de
confesar que acusara falsamente al jefe de su novio de estupro.
El seductivo
caso aconteció en la ciudad de Torrington, Inglaterra, donde Sophie Tucker, el
nombre de la chica, una vez desenmascarada -con ropa-, terminó declarando a las
autoridades que ingenió la seductora historia para que su fiesta de casamiento
no fuese cancelada, ya que faltaban muy pocos días para el evento.
En detalles,
se sabe que después de un previo intercambio de mensajes picantes y fotos desnudas
por el telefonito, Carl Williamson, el boca abierta del jefe, de 51 años, fue
convidado por la insinuante Sophie para ir a la casa que ella dividía con su novio.
Una vez ahí, ellos mantuvieron una relación sexual y Carl acabó dando de cara
con su subordinado cuando dejaba la residencia.
Como era de
esperar, a seguir Carl fue acusado por Sophie de haberla empujado hacia el sofá
y realizado sexo sin su consentimiento. Como resultado, Carl fue detenido en la
comisaría durante 7 horas y fue liberado luego de pagar fianza.
Con todo, la
historia de la imaginativa Sophie terminó por ser revelada y ella finalmente acabó
confesando haber creado la versión del “estupro” por las razones antedichas.
Carl, sin embargo, entró en depresión después de “ser tratado como un animal”
por causa de las falsas acusaciones… Y tal vez por haberse quedado con las
ganas.
En fin, no
hay dudas que la agitación de los hombres es siempre vana, puesto que los
dioses, por ser sabios e indiferentes, viven y se extinguen en el mismo orden
que crearon, y todo lo demás no pasa de paño de la misma pieza. Con todo,
tenemos idea de que por encima de los dioses está el destino, aunque el destino
sea el orden supremo, orden a que los propios dioses aspiran en cuanto el papel
del hombre no pasa de querer perturbar el orden y corregir el destino, tanto
sea para mejorarlo o para empeorarlo, lo que no hace más que impedir que el
destino sea destino… ¡Pavoroso!
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