domingo, 6 de setembro de 2015

Una Sublevación Paquidérmica


De ahí surgió la costumbre. Imaginemos la escena: Adán mastica lentamente, mirando a Eva que mordisquea su pedacito, inclinando la cabeza como ave curiosa. Del otro lado de la puerta, cerrada ya para siempre, le había dado ella la manzana, sin pelar. Se la ofreciera sin intención de malicia ni consejo de serpiente, porque estaba desnuda. Por eso se dice que sólo cuando mordió la manzana se dio cuenta Adán de que estaba desnudo, como Eva, sin tiempo aún de vestirse, que de momento le pareciera como los lirios del campo que ni hilan ni tejen. En el umbral de aquella puerta pasaron los dos la noche, quizás con una banana por cena. Dios, al otro lado, los oía triste, excluido de un festín que fuera dispensado de proveer, y que no había previsto…

Más tarde se inventaría el dicho: “Donde se junten hombre y mujer, allí está Dios por medio”. Por esta frase aprendemos que el paraíso, en definitiva, no estaba donde nos decían, sino aquí, adonde Dios tendrá que venir siempre si quiere reconocer el gusto o la sorpresa.

Y ya que se me ocurrió tocar el tema “sorpresa”, recapitulo que mi mente se paralizó frente a la información propiciada por la policía de Tailandia, la que avisó que un elefante del norte del país se sublevara el último miércoles, matando su tratador, antes de ponerse a correr en dirección a la floresta con tres chinos aterrorizados aun sentados sobre su lomo.

Antes de que el leyente imagine la risible escena proporcionada por el paquidermo en su irreflexiva corrida, agrego lo que el coronel Thawatchai Thepboon, comandante de la policía del distrito de “Mae Wang”, en la provincia de Chiang Mai, dijera a la agencia AFP: “El adiestrador que fue muerto, era Karen, y no estaba familiarizado con el elefante. Ellos, los turistas, están seguros ahora”, declarara el imperturbable oficial.  

Nuevamente, antes que el adherido lector suponga tratarse aquí de una mujer, le aviso que está rotundamente engañado, porque en este caso Karen no es seudónimo femenino, sino que ese nombre propio corresponde a una minoría étnica muy común en el norte de Tailandia… Un equívoco muy común como el que ocurre cuando nombramos “Isis”, pero en este caso se trata de un grupo de alienados que más parecen mujeres con “TPM”.

Aclaradas todas las cuestiones peninsulares de esta mastodóntica historia, añado que la puntual policía declarara que el incidente ocurriera a las 9h30 local, justamente cuando una familia china, padre, madre y un hijo pequeño, luego de madrugar daban un paseo sentadas cómodamente -tanto como lo puede ser en este caso- sobre el espinazo de un elefante.

Con todo, parece que el cuadrúpede animal no estaba acostumbrado con su nuevo tratador y, como no le cayera nada bien la cara del menguado tailandés, se indignara súbitamente contra él, hiriéndolo hasta la muerte, según lo informó el “Channel 3”.

A su vez, la misma red de televisión divulgó imágenes de los tres turistas desesperados y de ojos agrandados por el susto -cosa que parece imposible que ocurra con un chino- siendo nuevamente llevados a una región segura aun montados en el elefante después que el furioso animal fuera aplacado por otros tratadores.

Ergo, por si el leyente tiene proyectado pasar sus próximas vacaciones en el mencionado país, sepa que paseos como éste son una prontitud turística lucrativa y popular, mismo que muchos grupos de defensa de los animales afirmen que es una actividad cruel y estresante para los elefantes, informando que el número de paquidermos domesticados en Tailandia llega a 4.000, y supera ampliamente la estimativa de los animales que permanecen en estado salvaje, que se presume lleguen a 2.500.

Rumiando un poco más sobre lo aquí exteriorizado, visando la sobrevivencia de toda especie cuadrúpede -incluso de dos patas- y exorcizando cualquier manifestación contraria, nunca está de más recordar que a finales de los años 60, con su lisérgica genialidad, la dupla “Lennon-McCartney” legó a la juventud psicodélica el éxito llamado “Happiness is a Warn gun”… ¡Mastodóntica composición!

(*) Libros y e-book disponibles en: Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; Livraria Siciliano: http://www.siciliano.com.br; www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante; y en: Plataforma editorial Bubok: www.bubok.es/

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