sábado, 29 de agosto de 2015

Fatídicos Casos Cerebrales


Como todavía existen fariseos que dudan de ciertas mini verdades, opino que lo mejor sería cotejar cosas serias. Principalmente si nos atenemos a las declaraciones que han sido formuladas con tamaña proeza prestidigitadora por parte de los políticos que han sido acusados de corrupción y de aceptar soborno.  

En todo caso, al asumir el riesgo de tropezar con políticos insomnes a deambular por calles decrépitas, más que alígero debería mudar mi enfoque ante la corazonada de tratar de examinar una pequeña parte de la barbarie urbana que se ha practicado a lo largo de décadas bajo la descarga cloacal administrativa.

Ni sé por qué digo esto, pues es sabido que iría madrugada adentro examinando lo que han estado haciendo con la ciudad, y me demoraría mucho averiguando si los absurdos que los noticieros apuntan son mismo verdaderos.

Así pues, cambiando de tema, lo que en realidad pretendía decir, es que una lesión en la pierna permitiera que un francés cuya identidad no llegó a ser revelada, recibiese la peor noticia de su vida.

Eso le sucedió porque al realizar una visita imprevisible a un hospital, luego de haberse lastimado la pierna, él acabara por descubrir que simplemente había perdido mitad del cerebro… Y ahora tenía un alambre entre oreja y oreja… ¡Espantoso!

Para que no queden dudas merodeando en un universo cada más delirante, me explico: Conforme fue noticiado por el vespertino “Mirror”, el caso aconteció en 2007, pero sólo fue publicado apenas esta semana por el “The Lancet”, una de las revistas de medicina más respetadas del mundo.

Mismo siendo pequeño, comprometido en estudiar el cerebro de este individuo durante tan largo periodo, el médico Lionel Feuillet acabó siendo el responsable por comentar al caso: “Fue algo inesperado. Realizamos los análisis y vimos que el cerebro entero del paciente había reducido, tanto del lado izquierdo cuanto del lado derecho, en todos los sentidos posibles. Afectó regiones que controlan los movimientos, la sensibilidad, lenguaje, visión, audición y hasta funciones emocionales”, llegó a explicar el catedrático.

La sorpresa del develamiento fue acompañada, claro, de mucha investigación. Durante los estudios, los médicos descubrieron algo aun más sorprendente: Víctima de hidrocefalia pos natal, él paciente fuera sometido a un procedimiento de remoción de líquido de la cabeza a los 14 años. Sin embargo, durante tres décadas, un resto de fluido continuó “comiéndole” el cerebro… Como si fuese la bacteria llamada “vibrio vulnificus”, el virus carnívoro “come carne”.

Como sea, fueron necesarios ocho años de estudio, lo que originara la demora en divulgador el caso, para que los médicos formulasen hipótesis sustentables sobre cómo el resignado lograra sobrevivir en esas condiciones. Con todo, hoy ellos acreditan que lo que le sobrara de su cerebro se reorganizara de manera que éste pudiese continuar cumpliendo sus funciones mismo con 50% de su tamaño inicial.

La revelación ha sido muy importante, de acuerdo con el artículo de la “The Lancet”, para poder demostrar que inteligencia y tamaño del cerebro pueden no estar tan conectados como era afirmado hasta entonces. En consecuencia, ahora los especialistas quieren saber si la vitalidad del órgano gris no es tan evidente cuanto se ha discutido hasta el día de hoy. Para lograrlo, el caso continuará siendo estudiado, ahora por más médicos.

Elemental registrar que tales aclaraciones no sirven para uno pagar “media entrada” en cualquier función de cine, pero juzgo que da una inmensa credibilidad a la cuestión… ¡No hay duda!

(*) Libros y e-book disponibles en: Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; Livraria Siciliano: http://www.siciliano.com.br; www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante; y en: Plataforma editorial Bubok: www.bubok.es/

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