-Ya
viene usted otra vez con ese aparatito en manos… ¡Buenos días, mi amigo!
-Lo
mismo para usted, doctor, y sepa que esto que tengo aquí, no es un “aparatito”.
Es un telefonito de última generación… ¿A ver?... ¿A ver?... ¡Clic!
-No
sea infantil, hombre… Pare de sacar fotos, para que no le suceda lo mismo que
le pasó a David López…
-Primero,
doctor, sepa que no se dice “fotos”, y sí “selfies”. Y segundo, no sé quién es
ese tal de David que usted acaba de mencionar.
-Pues
entonces sepa que las selfies son extremadamente peligrosas… Bueno, por lo
menos en algunas situaciones de la vida ellas lo son.
-Esos deben
ser inventos suyos, porque no tiene un celular como el mío… Mire… Mire. Para
facilitar, tiene cámara de los dos lados.
-El de David
también tenía, y sin embargo, ya lo ve… No está más entre los vivos para contar
el cuento, mi amigo.
-¿Qué cuento
tenía su amigo?
-Él no era
mi amigo… Ni siquiera lo conocía.
-Entonces,
¿cómo es que habla tanto de él?... En todo caso, si usted está enterado de algo
nuevo, ¿por qué no desembucha de una vez?
-Lo único que
sé, es que en España, ese hombre murió al tentar fotografiarse justo en medio
del festival de toros que suele acontecer todos los años en “Villaseca de la
Sagra”,
una población española de la provincia de Toledo.
una población española de la provincia de Toledo.
-Que
chistoso está hoy, doctor. Donde se vio, morir por sacar un selfie…
-Usted
es quien vive en ayunas… Para que sepa, pedazo de un ignorante, el individuo
estaba presenciando una corrida de toros, y al intentar registrar con una selfie el momento de la colisión entre dos animales,
David López no percibiera que un tercer toro venía por detrás en su dirección.
-¿Y
entonces, qué?
-Que luego de
tirar su propia foto, terminó por ser cogido por una de las guampas del animal,
el que de un solo topetazo lo tirara hacia arriba y lo hiciera caer al suelo de
manera muy violenta.
-¡Espantoso,
doctor!... ¡Espantoso!...
-Horrible,
es verdad. Así mismo lo ha descrito un testigo que estaba muy próximo de la
víctima en el momento del accidente, quien afirmara que “David parecía un
muñeco girando en el aire, después que el toro pasara por él”, agregando que fuera una escena bastante agresiva, algo extremamente impactante
de ser presenciado al vivo.
-Imagino que
el hombre habrá muerto en la hora…
-Pues parece
que no, mi amigo. Antes de morir, David llegó a ser socorrido y llevado a un
hospital, donde recibió cerca de dos litros de sangre. Pero la gravedad de las heridas
no permitió que resistiese al accidente.
-Una
circunstancia terrible, no hay duda, doctor.
-Para que
vea, mi amigo, esas cosas no son comunes de suceder, y nos sorprenden. Cuanto a
usted, que pasa el tiempo todo haciendo morisquetas frente a la cámara, tenga
cuidado al cruzar la calle cuando salga de aquí, no vaya a resultar que un taximetrista
con prisa se lo lleve por delante… ¡Hasta mañana!
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