sexta-feira, 7 de agosto de 2015

La Navajita no la Inventaron los Suizos


Acabo de enterarme que un conjunto de herramientas de piedra de medio millón de años de edad, está dejando a algunos científicos maravillados. Todo su aturdimiento se debe a que una de las herramientas encontradas es algo que está siendo descrito como un “navaja suiza” prehistórica.

Se afirma que esos instrumentos fueron encontrados al lado de restos de animales descuartizados, como una costilla de elefante que ostenta marcas de cortes, en el sitio arqueológico de Revadimin, Israel, en 2004.

El caso es que los investigadores, que llevaron una década para analizar dichos objetos, descubrieron que esas herramientas están cubiertas de gordura animal, por lo que pasaron a describirlas como la primera prueba directa del uso de herramientas de piedra por nuestros ancestrales humanos para trozar animales.

“Hasta el momento, los arqueólogos sólo habían podido aventar hipótesis sobre el uso y la función de esas herramientas”, dijera el arqueólogo Ran Barkai, del “Departamento de Arqueología y Culturas de Oriente Medio” de la Universidad de Tel Aviv, por medio de un comunicado escrito.

“Claro que no tenemos una máquina del tiempo. Por eso hacía sentido decir que esas herramientas eran usadas para desmembrar caparazones de animales, no obstante hasta esta evidencia ser encontrada y comprobar la idea, todo no pasaba de teorías”.

Así que después de examinar el desgaste en la superficie de las herramientas y hacer experimentos con réplicas de ellas, los investigadores concluyeron que una era una “hachuela de mano”, una especie de “navaja suiza” prehistórica que habría sido utilizada para cortar y destrozar huesos y tejidos de los animales capturados.

Otra de las herramientas encontradas, descrita como raspador, probablemente fuera usada para separar la gordura y la piel de los cadáveres de animales de sus músculos.

“El descubrimiento de las herramientas antiguas ayuda a lanzar nueva luz sobre un avanzo importantísimo en la evolución humana”, expresó Barkai en su comunicado.

¿Por qué?, preguntan los que no entienden del asunto.

El caso radica en el hecho de que cuando los homínidos prehistóricos, como el “Homo erectus” (favor no confundir con el erectus del homo), desenvolvieron cerebros mayores, precisaron elevar su ingestión calórica, lo que exigiera la mudanza de una dieta vegetal para una dieta de base carnívora, y es obvio que para lograrlo fue necesario desenvolver una tecnología más avanzada capaz de extraer gordura y músculos de cuerpos de animales muertos, llegara a informar la revista “Live Science”.

“Para poder hacer uso de los recursos animales, ellos precisaban de herramientas para cortar y destrozar los cadáveres”, explicó Barkai a la Live Science. “Estas herramientas se adecuaron a las necesidades de esos homínidos”.

Si es así, qué más uno puede decir una vez que se ha enterado de algunas estribarías literarias que infectan la Patria, -mismo que no todas ellas vengan equipadas con “air bag”-, a no ser experimentar el raro placer del polimorfismo y, silencioso como todo fraile de piedra, quedar simplemente absorto, elevando escenografías imaginarias para que la Realidad se suavice... ¡Raro placer!

(*) Libros y e-book disponibles en: Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; Livraria Siciliano: http://www.siciliano.com.br; www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante; y en: Plataforma editorial Bubok: www.bubok.es/

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