Indudable que
existen esos tipos de “urgencias” que exigen que en muchas ocasiones el bípede caminante
actúe precipitadamente sin pensar en lo que podrá ocurrir después.
No
olvidemos, por supuesto, que el término “Urgencia” refiere varias cuestiones de acuerdo al uso que le demos
al mismo y al contexto en el cual lo empleemos… No obstante, en términos
generales -y redundantes-, “urgencia”
refiere a aquello que ostentan carácter o cualidad de urgente.
Por otro
lado, se sabe que “urgencia” es aquella
necesidad o falta apremiante de algo o alguien. También se dice que
urgencia será aquello que urge. Del
mismo modo, hablando de leyes, preceptos
y normas, una urgencia será aquella obligación inmediata de cumplir con los
requerimientos estipulados.
A su vez, las
situaciones de emergencia se presentan fundamentalmente cuando tiene lugar un
accidente o incidente grave. Por tanto, tipos de accidentes pueden provocar una
cierta urgencia. Ergo, es
necesario realizar una reflexión sobre cómo actuar ante la aparición de una
emergencia, en primer lugar, para cumplir la normativa existente y, en segundo
lugar, para evitar consecuencias que en muchas ocasiones pueden resultar
irreparables, demostrando una falta de medios, información y formación en la
actuación.
En
consecuencia, se hace difícil definir rigurosamente las emergencias y urgencias
antes señaladas, en primer lugar por la subjetividad de las personas al
catalogarlas, y en segundo lugar porque un accidente que en origen es sólo una
Emergencia Parcial o controlada que, por múltiples e imprevisibles factores,
puede pasar a ser General… Lo que no es el caso aquí en cuestión, por tratarse
de una especie de urgencia del cuerpo humano y los colaterales deseos de un
individuo en querer aliviar el cuerpo y el espíritu lo antes posible y donde
sea.
Me explico: Jay
Hart, un atleta del Clitheroe que desempeña la función de atacante en dicho club de fútbol de Inglaterra, quizás por pretender
llevar muy a serio su acróbata posición futbolera, de repente arremetiera en
otro ámbito y no quedara solamente sin empleo, sino también sin esposa.
Es del saber
de todos que cuando un partido ya está ganado, los jugadores tienen por costumbre
relajar en el banco de reservas. Pero ciertas veces no suele suceder así, como
es el caso de Jay, que ha logrado superar todos los límites de lo imaginable,
ya que él acabó por ser flagrado haciendo sexo con una hincha fanática de su
cuadro justamente en el banco de suplentes luego de realizado el partido.
La mayoría de
las veces los jugadores de futbol son dispensados de la plantilla por causa de indisciplina,
atrasos o a causa de sus declaraciones bombásticas, no obstante ahora se sepa
que Hart llegara a innovar en ese quesito. Y lo peor de todo, es que este
atleta semiprofesional no quedara solamente sin empleo, sino que también sin su
mujer.
Como el jugador
era casado, la esposa pronto se enterara de lo ocurrido -no hay caso, siempre
hay una chusma dispuesta a alcahuetear los otros.
Disgustada
por el tema y lo que viera en la web, la mujer de Hart hizo declaraciones en su
página de Facebook citando el caso: “menos mal que mis hijos aún no saben leer”…
Y puede que también ellos sean ciegos, ya que el video que fue publicado en
Facebook, muestra tintín por tintín el afanoso padre y sus finuras
inaplazables.
Mismo así, a
pesar de lo ocurrido, Hart se disculpara públicamente, aunque su actitud no
evitara su demisión del club, mismo que el fornicador atleta revelara sentirse
muy arrepentido, agregando en su disculpa que en ese momento estaba alcoholizado
y no sabía que alguien lo estaba filmando.
Pienso que lo
cierto ahora sería estudiar mejor ciertas obras enciclopédicas y así comprender
la mediocridad absoluta de algunos, ya que sus actos podrían terminar conduciendo
la humanidad a corromperse con tamaña erudición, y cuya esencia maniaco-depresiva-sexual
dispensa los Señores de la Tierra, de los Cielos y de los Mares… Menos los de
los campos de futbol, obvio.
(*) Libros y e-book disponibles en: Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; Livraria Siciliano: http://www.siciliano.com.br; www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante; y en: Plataforma
editorial Bubok: www.bubok.es/
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