Muchas veces
las sisadas amas de casa se encuentran con semillas comestibles, sin darse
cuenta de cómo es necesaria de la ingeniosidad diaria para alcanzar una mejor
economía hogareña. A causa de su desconocimiento las destinan a un único uso,
porque no se les ocurre nada más, a no ser colocarlas en masetas o en el jardín.
En todo
caso, no piensan por ejemplo en dar un mejor uso a las pipas de girasol, de
zapallo o a las semillas de sésamo. Otras veces hasta se cruzan en los
comercios con paquetitos de semillas que les resultan muy atractivos pero no
saben qué hacer con ellos… A no ser, dárselos a los pajaritos.
Una manera
de corregir esa inexperiencia, es recurrir a los manuales editados por veganos,
quienes llegan a dar unas cuantas ideas para que se pueda aprovechar muchas de
las semillas comestibles que se venden, ya que estas nos aportan nuevos
sabores, colores y texturas... ¡Merece la pena probarlas!
Los expertos en culinaria afirman que las semillas son una excelente opción
para incorporar grasas y oligoelementos saludables a la alimentación diaria. Ergo,
las semillas de linaza, de sésamo o ajonjolí, de calabaza, de chía, de
amaranta, entre otras, se han convertido en ingredientes
imprescindibles en la gastronomía mundial.
Algunas simientes pueden consumirse solas como ricos aperitivos o como
acompañantes de un sinnúmero de preparaciones culinarias tales como sopas,
postres, tortillas, pastas, arroces, tortas, salsas y más. A causa de ello
pienso que fue más o menos lo que se le ocurrió al dueño de un restaurante en China, que finalmente admitió
usar semillas de amapola en la comida y así lograr aumentar el número de
clientes fieles a su establecimiento. En
todo caso, de inicio la táctica funcionó perfectamente, aunque más tarde acabó
siendo descubierta… No por sus competidores.
A
bien verdad, el uso de este ingrediente es poco común en los restaurantes de la
ciudad de Yan’an, en la provincia de Shaax. Pero como decía anteriormente,
parece que el develamiento de sus recetas aconteció cuando varios de sus clientes
comenzaron a mostrar resultados positivos para estupefacientes, luego de ellos realizar
exámenes de orina.
Ese
fue el caso de uno de sus asiduos parroquianos, de nombre Liu, quien afirmó -al
igual que Barak y Clinton-, que nunca había usado drogas, y por eso pronto desconfió
del restaurante, según las informaciones del periódico “Xi’an Evening News”.
Así
pues, desconfiado como gallo en corral ajeno, Liu pidió para algunos de sus
parientes comer en el restaurante en cuestión y después hacer el examen de
sangre, que también dio positivo.
Una
vez preso, el dueño del establecimiento, que mismo no siendo un italiano de
pura cepa al igual es especializado en pastas, admitió a la policía haber
comprado el mes anterior 2kg de botones de amapola,
que contenían semillas de la planta, por US$ 100.
De
acuerdo con la receta de este hábil chef, primero trituró las semillas hasta
formar un polvo que fue adicionado a los platos de pasta, conforme lo ha
mencionado el diario “Hua Shang Bao Daily”… En su sección de culinaria.
Por
su vez, el diario “Xi'an Evening News”, apuntó que este buen cocinero admitiera
que su plan, al usar las semillas de amapola, era “mantener su
clientela”.
Por
las dudas, antes que se le ocurra copiar esta receta, y conforme avisan los especialistas,
el consumo de semillas de amapola no procesadas puede
llevarlo a resultados positivos en exámenes de drogas; mismo que el periódico “South
China Morning Post”, afirme que estas semillas eran un ingrediente popular en los
tucos usados en China hasta ser banidas.
Pues
bien, mismo que perciba lo cuanto es difícil clamar que algo no resulte bien,
insisto y persisto en la vieja fórmula de Girolamo Fracastoro, el médico y
poeta italiano que, además de amigo de Copérnico, era un hombre feliz a pesar
de que sus ambiciosos proyectos resultaran siempre en nada… ¡Alucinante!
(*) Por si
está dispuesto, pase por http://guillermobasanez.blogspot.com.br/ “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”. Allí lo aguardan algunas imágenes
instantáneas del cotidiano. Además, mis libros están en www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante
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