Sorprendido
de verlo tan inquieto, no tuve más remedio que preguntarle al trémulo de mi
vecino porqué razón andaba tan preocupado. Sin más, me dijo: ¡Si esa onda se extiende,
nos agarrará de pantalón corto!, palabras que pronunció como si estuviese
investido de una autoridad por encima de lo común, que luego me llevó a
considerar como si aquella frase se tratara del más irrefutable dictamen del
destino.
En un
principio no le entendí, y creo que eso nos demuestra una vez más que nunca nos
deberíamos sentir seguros de aquello que pensamos ser porque, en esos momentos,
pudiera muy bien ocurrir que ya estamos siendo cosa diferente.
Ergo,
abandonando más que alígero aquellas meditaciones filosóficas de la Nada, le
solicité mayores detalles sobre la cuestión, por lo que sin dar vueltas al
igual que un perro antes de echarse, me confesó que su estado de preocupación
tenía por base las recientes noticias que señalaban que mujeres activistas de
Sudan del Sur habían acabado de presentar una propuesta de “huelga de sexo”
como incentivo para que los hombres parasen de luchar en la guerra civil que
abala el país desde hace varios meses.
Me costó
un poco esconder la carcajada que insistía en querer escapar de dentro de mí,
pero una vez que logré controlar mi ímpetu risible, le hice ver que por aquí no
vivimos situación igual, por lo no había motivo de tales preocupaciones.
Obvio que
concordó de inmediato, y se animó a relatarme que aquella propuesta fuera
divulgada la semana pasada en Juba, durante un encuentro que contó con la
participación de casi 90 mujeres, incluyendo parlamentares, que buscaban posibles
soluciones para el conflicto.
Sin
embargo, lo que más lo atosigaba en el momento, era que entre las ideas, una de
las sugerencias fue “movilizar todas las mujeres de Sudan del Sur para que
nieguen a sus maridos los derechos conyugales hasta que consigan establecer la
paz”, mientras que otra propuesta fue la de marcar un encuentro entre las
esposas del presidente Salva Kiir y la de su rival, el ex-vice-presidente y ahora
líder rebelde Riek Machar, para “pedir que se unan al camino de la paz y de la
reconciliación, presionando los maridos para que interrumpan la guerra”.
-No embromes -le respondí-. La situación por allá es muy diferente,
porque millares de personas ya han
sido asesinadas y casi dos millones fueron obligados a huir de sus casas, para
evitar tanto las tropas del gobierno como de los rebeldes, en cuanto los
masacres de civiles y los estupros como arma de guerra se convirtieron en un
hábito casi común en el país, creado en 2011 y que sufre desde fines de 2013 con
una guerra fratricida.
-No estoy
en desacuerdo con eso -asintió mi vecino cerrando el cejo-. Lo que en realidad
me preocupa, es que si esa idea toma volumen y se desparrama al igual que
“primavera árabe” por estos pagos para protestar contra la corrupción del
gobierno y el robo de los políticos actuales, vamos a tener que aguantarnos a
pico seco hasta las próximas elecciones.
Es
incuestionable que él tiene razón, y eso me dejó intranquilo a mí también. Por tanto, antes que se nos avecine una “huelga de sexo”, nada mejor que votar bien en el próximo sufragio… ¡Piense bien antes de votar!
(*) Por
si está dispuesto, pase por http://guillermobasanez.blogspot.com.br/ “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”. Allí lo aguardan algunas imágenes
instantáneas del cotidiano. Además, mis libros están en www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante
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