En esas
cuestiones de idolatría, cada uno tiene pleno derecho de escoger el dios que le
parece más conveniente a sus dogmas, credos, adoración o lo que mejor defienda
y ampare sus fundamentos. No en tanto, ese mismo individuo necesita tener un
poco de creatividad en sus rezos y plegarias a fin de hacer valer ante quien
sea sus derechos universales.
Claro que no
siempre se tiene en cuenta el lado inventivo, y basta nada más con copiar las
oraciones de los otros, por lo que su cómoda acción puede generar disensión en
quien se cree representante legítimo de esas jaculatorias.
Por ejemplo,
hace unos días, el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa, advirtió que
quienes usen la versión chavista del “Padre Nuestro” para rezarle al fallecido
presidente Hugo Chávez, cometen el pecado de “idolatría”, tras exigir “respeto”
a la oración “enseñada por Cristo”.
En su
verbosa amonestación, Urosa llegó a decir: “Así como a nadie se le permitiría
cambiar la letra del Himno Nacional para honrar a una persona, tampoco a nadie
es lícito cambiar el Padre Nuestro o alguna otra oración cristiana, como el
Credo”… “Quien dijera esa versión nueva e indebida del Padre Nuestro
ateniéndose al texto literal, estaría cometiendo el pecado de idolatría, por
atribuir a una persona humana cualidades o acciones propias de Dios”, agregó el
príncipe de la Iglesia cristiana en el reino bolivariano.
Fue en este
sentido que pidió al chavismo para que evite la difusión de la presunta
plegaria para que “no haya otro motivo de división del pueblo venezolano”.
La raíz de
la contrariedad se debe a que en el “Taller para el diseño del sistema de
formación socialista”, dirigentes del oficialismo venezolano lanzaron la
“Oración del delegado”, la versión chavista del Padre Nuestro, en el cual dicen
entre otras cosas: “No nos dejes caer en la tentación del capitalismo, más
líbranos de la maldad de la oligarquía”.
Por supuesto
que no siendo ni corto ni perezoso para enfrentar tales cuestiones de herejía,
el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, arremetió días después contra
algunos obispos de la Iglesia Católica, a quienes tildó de ser los “nuevos
inquisidores” por rechazar la versión de la oración del Padre Nuestro al
fallecido Hugo Chávez.
A través de
la televisora estatal, Maduro comentó: “Han salido algunos de estos obispos
como dueños de una inquisición a masacrar a esta mujer, a decir que casi
cometió un pecado”…
Luego a
seguir, el mandatario ofreció su “apoyo irrestricto” a María Estela Uribe, la
delegada del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) que leyó
la oración, denominada del delegado, durante la clausura de un taller de
formación de los chavistas.
…“Señores
minoría de obispos que no representa al pueblo católico, que han salido a
perseguir a esta mujer, humilde, madre, abuela, trabajadora, a ustedes los que
les brota es el odio que le tienen a Chávez, no pudieron con Chávez en vida y
ahora lo quieren perseguir en el amor espiritual que le tiene el pueblo”,
afirmó el mandatario en su discurso.
Por otra
parte, Maduro aprovechó el momento y advirtió al pueblo que tomará “medidas
radicales” para acabar con el presunto sabotaje económico que adelantan
supuestamente algunos sectores de la oposición.
Como ve, mi
rezandero lector, tal estrépito mediático parece no pasar de una escueta y
desagradable imitación de lo que pretendían decir de verdad los dirigentes del
oficialismo venezolano, vista la anuencia exhibida en el aplauso del rebaño
cordato… ¡Aguardaremos entonces por la excomulgación!
(*) Por si está dispuesto, pase por http://guillermobasanez.blogspot.com.br/ “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”. Allí lo
aguardan algunas imágenes instantáneas del cotidiano. Además, mis libros están
en www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante
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