Opino que esta noticia ya no será capaz de sorprender
a nadie, pero resulta que estudiosos en esta enciclopédica y libídine materia
universal, afirman que durante las “relaciones casuales”, las mujeres tienen
mitad de posibilidades de alcanzar el codiciado orgasmo si comparado con sus cópulas
enmarcadas en una relación de compromiso sistemático aunque problemático. Sin
embargo, ellos también dogmatizan que para los hombres, las posibilidades de
llegar al clímax son similares en ambas modalidades.
Por
tanto, no hay duda que los encuentros sexuales de una noche pueden ser
placenteros y deliciosos en el momento, pero llegan a generar dolor en el alma
y un vacío afectivo luego a seguir, según lo han sugerido diversos estudios.
Atentos a esos datos, unos doctores de la estadounidense “Emory University” se
dedicaron a investigar y analizar cómo hombres y mujeres viven estas
experiencias.
Finalizado
el estudio, la investigación reveló que los hombres disfrutan más que las
mujeres de las relaciones sexuales ocasionales, o sea, todas aquellas que no
involucran ninguna clase de compromiso afectivo. Por tanto, los resultados
indican que una mujer que copula con su novio, marido, amante fijo o caso similar
que sólo compete a ellas, tiene el doble de posibilidades de llegar al delicioso
y tan ansiado orgasmo, que si practicase sexo con un sujeto que conoció esa
misma noche.
De
acuerdo con lo apuntado por la doctora Kim Wallen, una experta en deseo
femenino de la mencionada casa de estudios para adultos -así como el de ella
misma-, al reportero del “The New York Times”, resalta que: “La idea de la
liberación sexual, donde los hombres y las mujeres tienen igualdad de acceso a
las relaciones sexuales ocasionales, no significa que el sexo sea siempre
placentero para ambas partes. De hecho, no se trata de un juego parejo”,
decretó la decepcionada erudita.
Sin
embargo, en una experiencia complementaria que fue realizada en conjunto por las
“Universidades de Indiana y Binghamton”, se encuestaron a 600 jóvenes
estudiantes de ambos sexos. Por ende, el equipo, dirigido por el doctor Justin
García, llegó a detectar que los estudiantes tenían más probabilidades de
alcanzar el orgasmo cuando estaban en una relación estable. En este caso, la
diferencia entre hombres y mujeres no fue tan alta como en otras
investigaciones similares.
Con tales
datos en la mano, García sostiene: “Nos han vendido la famosa idea de estamos
en una época en que podemos tener una vida sexual libre y vivir dentro de un
circuito de relaciones casuales, y que esto no tendría consecuencias. Sin
embargo, los hechos demuestran que no todos lo pasan tan bien”… Y pienso que quizás
por eso, es que muchos se entregan tan afanosamente a la masturbación.
Como
parece que el referido asunto se convirtió en la moda del momento, fue
realizado un tercer estudio, esta vez a cargo de la “Universidad de Nueva York”,
donde se reveló que sólo el 40 por ciento de las mujeres llegan al orgasmo
durante el sexo casual, en comparación con el 80 por ciento de los hombres en
la misma situación.
No en
tanto, esta pesquisa parece haber sido más extensa e igual de conclusiva, ya
que los investigadores neoyorquinos interrogaron nada menos que a 24.000
estudiantes de 21 instituciones durante un período de cinco años. Con todo, durante
la experiencia, también constataron que alrededor del 75 por ciento de las
mujeres sólo llegaban al clímax cuando hacían el amor dentro de una relación de
compromiso.
La
doctora Paula England, coautora del estudio, explica: “Pensamos que practicar
sexo con un compañero habitual, permite un aprendizaje, acumulación de
experiencia y conocimiento del otro, cosas que ayudan a lograr el tan añorado éxtasis.
Además, los varones se preocupan más por el disfrute de su compañera de cama
cuando se trata de una pareja estable, y no de alguien casual”… Afirmó
categórica, sin declarar que lo mencionaba por experiencia propia o no.
Por su
vez, Debra Herbenick , de la Universidad de Indiana, aporta un elemento más a
este orgásmico asunto. Para ella, una mujer puede vivir el sexo ocasional como si
fuese a “cenar en la casa de un conocido”, y luego explica mejor esta
comparación: “En esa situación, una no siempre dice o elije claramente lo que
quiere comer, ni da indicaciones sobre cómo debería cocinarse”, concluye ella, con
la misma profundidad filosófica que si lo digiera doña Sabina Naftulovna Spielrein mientras desarrollaba los tratamientos psicoanalíticos para tratar
la histeria femenina a inicios del siglo pasado…
Mi amiga,
no le aconsejo nada, pero eso sí, piénselo dos veces, pues ha quedado
demostrado que comer fuera de casa no la hará tan feliz como usted piensa… ¿No
es espasmódico?
(*) Siguiendo
la misma línea y estilo del presente Blog, surge ahora “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”, conteniendo apenas
instantáneas del cotidiano. Disfrútelo en: http://guillermobasanez.blogspot.com.br/ Conjuntamente, continúa a su disposición mis libros en el sitio: www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante ...
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