sábado, 22 de fevereiro de 2014

Igual que mis Vecinos de Quintal


Por lo que se puede observar mundo afuera, percibimos que de a poco van queriendo aflorar los rasgos de una nueva coyuntura económica mundial. Por tanto, esos ademanes que vienen ocurriendo de manera perceptible, son los mismos que caracterizarán un ciclo que acompañará a los vivientes durante algunos años. Será cuando los países avanzados iniciarán una fase de recuperación, mientras en la cabeza de los mandatarios la discusión seguirá centrada sobre la firmeza y estabilidad del crecimiento y sobre los entendimientos entre la política y la economía.

En verdad, se tratará de un ciclo más de “destrucción creativa”, un concepto que fue ideado por el sociólogo alemán Werner Sombart y tan bien popularizado por el economista austriaco Joseph Schumpeter en su libro “Capitalismo, socialismo y democracia” (1942); una notoriedad que ha venido caracterizado la historia del capitalismo a través del tiempo. Evidente que tampoco esta vez será su fin. Por el contrario, no hay por qué asustarse, todo parece ir en la dirección de su fortalecimiento ante el fracaso de los proyectos alternativos.

Cabe resaltar que para Schumpeter, las innovaciones de los emprendedores son la fuerza que hay detrás de un crecimiento económico sostenido a largo plazo, pese a que ello pueda destruir en el camino el valor de compañías bien establecidas.

Concentrándonos nuevamente en lo inicial del tema, por su parte, veremos que los países emergentes que atravesaron un período dorado, deberán remontar una senda más empinada. Bajarán los precios de sus exportaciones, depreciarán un poco sus monedas, aumentará la competencia, habrá menor acceso al financiamiento y cambiarán los flujos de capital. Por tanto, los países que se hicieron fuertes a través del ahorro, la inversión, la innovación y la competitividad, serán los que tendrán mayores oportunidades para navegar en estas aguas futuras.

Por otro lado, aquellos “países fiesteros” que nada más se beneficiaron de una riqueza inesperada pero agotable al fin, que no resolvieron a tiempo las debilidades estructurales del crecimiento ni invirtieron en capital humano o infraestructura, obviamente que tendrán dificultades mayores. Y eso se debe a como sucedió muchas veces en el pasado, donde la elevación de la riqueza no fue aplicada al mejoramiento de la productividad. Por ello, sin necesidad de abismarnos, notaremos que sólo se buscó aumentar el consumo hasta el límite, se sacrificó la competitividad, se protegió el mercado interno, se favoreció una industria primitiva, se debilitó el comercio, se emprendieron políticas populistas y el gasto público resultó cada vez más caro e ineficaz… Y esa es la foto que tenemos.

Pero resulta que los dirigentes políticos se olvidaron que cuando se debilitan los ingresos por exportación, el modelo se torna insostenible. Y a partir de ahí nace una cadena conocida de sucesos tales como el déficit fiscal, inflación, devaluación, caída del producto y del empleo, conflictos políticos y sociales acompañados por la búsqueda de culpables… Argumento muy explorado durante las campañas de los candidatos a algún cargo máximo en la política local.  

Pienso que lo que ha ocurrido recientemente no es más que eslabones de una secuencia que se ha repetido como un calco a lo largo del siglo XX entre los vecinos de mi quintal, donde Argentina y Venezuela parecen ser los maestros. En todo caso, Brasil y Uruguay se quedaron por la mitad de la tabla pero debiendo lamentar la pérdida de oportunidades en uno de los mejores momentos de la historia, lo cual les hubiera permitido el tránsito de países solamente más ricos, a países desarrollados.

Así pues, dentro de ese contexto, Uruguay y Brasil tuvieron un desempeño híbrido. Participaron activamente en la liturgia de las cumbres abrazándose con los caudillos herederos de la guerra fría, profetizando juntos sobre un socialismo desconocido que ni existe ni se sabe cómo es. Coincidiendo en la exaltación de la burocracia y del gasto improductivo con fracasos estrepitosos en la gestión y de la mano de una preferencia por el conflicto y el autoritarismo.

La mayoría de los que hacen parte del partido que gobiernan estos dos países hace más de una década, junto con los sindicatos, soñó con aplicar las estrategias de Cristina y de Chávez, aunque el casi permanente litigio con Argentina llegaba a inhibir las exteriorizaciones. Pero es destacable la coincidencia entre el antagonismo hacia el agro, simultáneo con la sumisión deshonrosa profesada hacia la Vaca Muerta.

En este país de aquí, mi amigo lector, los problemas son cualitativamente parecidos, pero da qué pensar que su virulencia ha sido atenuada. Sin embargo, en un año que se irá complicando y que además será electoral, gastar tanto y tan mal como lo han hecho hasta ahora, o eso de remunerar tan bien lo que tiene tan baja productividad y tan mal aquello que es más competitivo, es evidente que aleja al país de mejores oportunidades… Veremos que resulta de las urnas.

(*) Dentro de la misma línea y condición de este Blog, dese una vueltita por “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”, un blog que contiene apenas instantáneas del cotidiano. Disfrútelo visitando http://guillermobasanez.blogspot.com.br/ y pase por mis libros en el sitio: www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante ...

Nenhum comentário:

Postar um comentário