Elemental decir que existen asuntos o noticias que sirven para reanimar
nuestras memorias pasadas, las que, obviamente, fuimos de a poco archivando ingenuamente
en los esenciales compartimientos de nuestros craneanos. Es allí donde
guardamos relatos, historias, mensajes, leyendas y todo aquel tipo de crónicas
usuales y cotidianas.
Como que sin querer, las fuimos almacenando en sectores específicos y
ocultos del subconsciente hasta que, de pronto… ¡Zás! Alguna cosa sale a flote
casi que por nada. Pues le diré que este es mi caso al enterarme de la presente
noticia, ya que repentinamente me vino a la cabeza un dictado que era
pronunciado por un oportuno antiguo jefe mío hace como dos décadas atrás…
¡Bullshit! Todo para él, si contrariaba su expectativa, significaba un sonoro
¡Bullshit!, dicho sin más ni menos.
No en tanto, hoy pienso que él no sabría exactamente lo que ese acúmulo
de ¡Bullshit! puede ser capaz de ocasionar en determinados procesos. En todo
caso, ya que hablamos de expresiones idiomáticas de la tierra de la nonagenaria
reina, entiendo que si “Overrated” se podría definir como un “acabador de conversaciones” y “get
a life” como “un acabador de personalidades”, “Bullshit” estaría en un nivel
superior de desprecio hacia los demás. Claro que esta es una palabra que
definitivamente NO la vamos
a encontrar en los libros que desasnan mentes, pero efectivamente es la que nos
soluciona la papeleta cuando nos hemos quedado sin argumentos y sin escrúpulos.
Empecemos
por la traducción literal de bullshit: mierda de toro. Si es la primera vez que
usted ve la palabra, seguro que esto no le está dando muchas pistas. Una
traducción no literal podría ser “vender duros a cuatro pesos” o “vender la
bicicleta”. Es decir, se le espeta a alguien que trata de colarte algo, o que
trata de enjabonarte por alguna razón. Así que “bullshit” se suma a la ya
amplia lista de palabras y frases útiles que nunca vamos a encontrar en los
libros y que estoy investigando en esta abnegada y desinteresada labor por el
bien de la comunidad hispanohablante.
Así pues, esta es una de
las palabras que se suelen -no siempre- traducir mal, y aunque literalmente
este vocablo signifique “mierda vacuna de las grandes”, nada está más lejos de
su verdadera acepción. Su significado real no tiene que ver en absoluto con la
mierda, sino que sería una “mentira”, ficción, disfraz, tapujo, fingimiento y
un monte de adjetivos más de igual calaña. Claro que en numerosas ocasiones
veremos que se traduce por “mierda”, lo cual está muy errado, pues ni siquiera
se acerca a lo que quiere decir en inglés.
Es cierto también que traducirlo simplemente por “mentira” o las demás
aseveraciones, no tiene la fuerza insultante y malhablada de la expresión
original. Y casi peor sería si se nos da por añadirle adjetivos para llegar a
las frases “mentira cochina”, “mentira podrida” u otras similares, pues obviamente
que eso nos quedaría muy infantil.
En fin, creo que he viajado un poco en la mayonesa, pues lo que tenía
intención de comentar, es que el techo de un establo de una hacienda de engorde de ganado que está
localizada en la ciudad alemana de Rasdorf, casi se vino abajo después de una
explosión provocada por gas metano.
Resulta que el acúmulo del mencionado gas fue resultado, nada menos, de
la “flatulencia, eructos y excremento” de cerca de 90 vacas que estaban
confinadas en aquel local…, o sea, puro ¡bullshit!
En todo caso, la policía local llegó a informar en un sucinto comunicado
que “aparentemente un foco de energía eléctrica estática fue lo que detonó la
explosión”. Por consiguiente, el techo del establo quedó ligeramente dignificado
y una de las vacas sufrió quemaduras leves. No en tanto, por suerte, ninguna
persona resultó herida.
Dentro del el estudio de la física, se aprende que el impacto ambiental
de la defecación pecuaria es elevado. Y eso, porque el ganado es capaz de libertar
grande cantidad de gas metano por medio de sus eructos, flatulencia y las
literales cagadas que se mandan… Entonces imagine lo que ocurre si confinado en
un local cerrado.
De acuerdo con la fuente informativa de la “Associated Press”, la
policía no llegó a informar cual era la cantidad de gas acumulado en el establo
de Rasdorf, pero contó que las 90 vacas estaban en el abrigo probablemente por
causa del intenso frio.
Por consiguiente, deduzco que la textura cremosa del queso Gruyere,
delicioso subproducto de la leche de la vaca, tiene menos viscosidad filosófica
que el beneficio de la expresión verbal dicha por mi ex jefe. Y esto es lo que,
de manos juntas, me lleva a suplicar sin ojos lagrimosos: ¡Señor, haz de mí lo
que quieras, excepto privarme todos los días de delirar!... Excrementicio
dictado.
(*) Siguiendo
la misma línea y estilo del presente Blog, surge ahora “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”, conteniendo apenas
instantáneas del cotidiano. Disfrútelo en: http://guillermobasanez.blogspot.com.br/ Conjuntamente, continúa a su disposición mis libros en el sitio: www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante ...
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