Para toda
fémina ya fue casada o vivió algún tiempo con un sujeto, por supuesto que ya puede
tener una idea de lo que diré. El caso es que una vez que se ha sellado un
compromiso, por así decir, las personas acaban entrando en una zona de confort
que puede ser más tóxica para el casamiento que tomar mate con hojas de ombú, o
de cualquier otro daño que uno pueda imaginar.
Algunos masculinos
afirman que la raíz de la cuestión no está realmente ubicada en un tubérculo, y
que las vicisitudes ocurren por causa de la maldita enfermedad de Alzheimer que ataca tempranamente al hombre, en este caso: marido,
pareja, novio eterno o como se le antoje clasificar al compañero perpetuo.
Pero parece
que no es así, pues la especialista en relacionamientos Dra. Heavenly Kimes, se
le ha dado por afirmar que: “No existe nada más estresante que el hecho de saber de memoria la rutina de su pareja”. Por lo que ella
recomienda a las esposas de los olvidados a “mantener siempre a su pareja intentando
adivinar el siguiente paso que ella dará”… Mismo de tacos altos o chancletas.
Lo ha dicho en
la revista “The Stir” con la sana intención de que la mujer tome de vez la delantera
en su relacionamiento, donde también les relató cuales son los gestos y actitudes
del hombre que comúnmente van desapareciendo durante el relacionamiento. Por
tanto, como la disculpa del mal de Alzheimer parece que ya perdió fuerza, vale que
el distraído lector confiera lo que la doctora apuntó:
1) Andar al
lado de ella - Parecería que eso es una cosa que acostumbra dejar a las mujeres confusas,
puesto que la explicación es siempre la misma. Él le dice que anda más rápido, ya sean sólo tres o cuatro pasos
adelante, porque sus piernas son más largas… Que ilusa, pobres.
2) Abrir las
puertas para ella - Muchos maridos ni siquiera lo
hicieron al comienzo del noviazgo; entonces, honestamente, hoy día las esposas se
quedan sorprendidas cuando eso acontece. Pero al final de cuentas, ¿no deberíamos
todos abrir las puertas para el prójimo? Con eso en mente, da para percibir lo cuan
especial es la gentileza de colocar a los otros en primer lugar.
3) Llevarla
para pasear - Es sabido que en todo buen casamiento, las parejas
siempre encuentran un tiempo para pasar algunos fines de semana fuera de casa. Las
cosas simplemente son así. Por tanto, si usted paró de hacerlo, no es una buena
señal.
4) Comprar regalos para ella - Ni todo casamiento tiene un foco para regalos, o plata que sobre al
fin de mes. Sin embargo, es de amplio conocimiento que hay mujeres que no están
ni ahí con lo que su marido le pueda comprar, con tanto que él sea cariñoso, la
escuche y le sostenga su mano seguidamente. Pero también está el hecho de que traerle
dulces, flores o una pequeña joya de vez en cuando, es capaz de promover
GRANDES emociones… Y la supuesta recompensa en la horizontal, lógico.
5) Sujetar
su mano - Este es un gesto tan simple,
y tan importante. Tomar la mano de ella anuncia para el mundo que ustedes son una
unidad inseparable. Significa que él quiere tocar la mujer que lo hace feliz. Encima
de todo, nos recuerda los primeros días del relacionamiento, cuando era imposible
uno se cansar del otro y pensábamos que una hora ya era tiempo demás para permanecer
lejos uno del otro… Y hacer aquello… Pero el maldito tiempo acaba por
perjudicar esas cosas.
6) Le decir
‘yo te amo’ - Al comienzo era tan fácil
pronunciarlo. Y uno decía “yo te amo” porque realmente quería a su pareja. Más
bien, porque uno estaba tan metido, que uno u otro era
todo para sí… Pero con el tiempo, la cosa muda.
En todo
caso, de acuerdo con esta perita en cosas de parejas, uno no debe olvidar lo cuanto
las palabras significan; y recomienda: “Eleve su pareja”… “Muéstrele que usted ama con palabras de afirmación. Haga elogios para él o ella tanto
cuando los dos están solos cuanto en la frente de todos”.
No sé,
depende, porque algo más se habrán de decir el uno al otro, y calculo que
muchos darían no sé qué por saber lo que estarán cavilando cuando los rostros
de ambos se muestren serenos, ya que al mismo tiempo puede ser la fisonomía de
alguien que no está completamente en sí, la de alguien que ha escapado de un
peligro y se sorprende de estar todavía vivo… ¡Sacrosanto dilema!
(*) Si le
parece bien, visite el blog “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”, http://guillermobasanez.blogspot.com.br/... Libros y e-book disponibles en Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; y en:
www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante
Nenhum comentário:
Postar um comentário