¡No hay caso! Cualquiera se da cuenta que en China, películas de ficción
como: El Plan perfecto, Atracción
peligrosa, El Robo del siglo, el Gran Golpe y muchas más por su estilo y género,
donde asaltantes actuando solos o en grupos se valen de unos planes
perfectamente elaborados y cronometrados para evitar ser atrapados por los
policías, en realidad suelen
ser perniciosas para los espectadores… Principalmente para todo aquel débil
mental que sueña en ser protagonista en alguna de ellas o se le antoja crear su
propio guion y hacer su parte.
Es de no creerlo, pero si no es así, entonces ¿cómo se explica que un resuelto
joven chino, que estaba armado con un cuchillo, intentase robar un banco en una
localidad del sur de China? Otra explicación no hay, pero lo que se percibe, es
que su trama estaba mal surtida de ideas y él acabó tornándose “víctima” de la
burocracia de los cajeros, que primero le ordenaron para que entrase en la fila
como cualquier otro clientes, para después negarle su “pedido” alegando falta
de saldo, según lo informó la emisora televisión local “South TV”… Loca para
lanzar un avant premie, y quizás repisarlo en varios capítulos.
En todo
caso, lo que sabe, es que este episodio ocurrió el jueves pasado en la ciudad
de Heyuan, provincia de Cantón, donde un personaje joven que portaba un
cuchillo de cocina, entró en una agencia bancaria con el típico grito de “esto es
un asalto” y se colocó delante de uno de los cajeros.
El empleado,
insensible a su abucheo, le ordenó que primero debía respetar la fila, lo que
fue obedecido por el asaltante sin que los policías y guardias de seguridad
interviniesen, según muestran las imágenes de las cámaras del banco, que poco después
fueron exhibidas por el canal de televisión cantonés.
Primero, los
cajeros atendieron a dos clientes que habían llegado al banco antes del asaltante
y, cuando llegó su vez, el joven finalmente exigió 10 mil yuanes (cerca de US$
1,6 mil), que los funcionarios del banco se recusaron a entregar alegando que
su cuenta tenía apenas un yuan de saldo.
El hombre intentó
entonces quebrar el vidrio que protegía el cajero dando golpes con su cuchillo,
pero también no consiguió nada y, caliente como un chivo, se marchó del banco.
No en tanto, muy poco tiempo después, acabó siendo detenido por la policía.
Como dije
antes, y como ésta no es la primera vez que un asaltante de banco en China
protagoniza escenas surreales, pienso que el cine está resultando perjudicial a
la salud mental de los chinos.
Es que recientemente,
un episodio similar causó bastante repercusión en la prensa del país y en las
redes sociales, ya que el ladrón, que también estaba armado con un cuchillo, no
fue llevado a serio.
En ese episodio
-injustamente no televisionado-, ocurrido en Xangai, el ladrón intentó asaltar un
banco en cuanto, al mismo tiempo, conversaba por el celular, lo que llevó a la
“víctima” de la tentativa de
robo a caer en la carcajada y, pocos segundos después, el hombre armado fue
rendido por los guardias de seguridad del banco.
Tales procederes me parecen fantásticos, pues ni Hamlet, sosteniendo en las
manos el cráneo de Yorick, el ex bobo de la corte de Dinamarca, tuvo igual
chance de pensar en las utilitarias precariedades de la vida… ¡De asombrar!
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