quinta-feira, 11 de dezembro de 2014

Argollas así de Grandes Como Caiques


Ya lo he registrado hace unos meses atrás, pero en vista de la recaída y la porfía existente en algunos bípedes para repetir ciertos hechos, recalco que “la reincidencia” es la reiteración de una misma culpa o defecto y, visto como concepto de derecho penal, es un agravante de la responsabilidad criminal que pueden llevar al porfiado a la prisión.

Los estudiosos afirman que para que ocurran las recaídas existe una serie de factores personales, familiares y sociales que están relacionadas con la reincidencia en el delito, las cuales se pueden agrupar fácilmente en tres grandes bloques y cuantas más se presenten mayor será el riesgo.

En los reincidentes influyen los valores y estilo de vida delictivos en la familia, problemas de alcoholismo, ludopatía, discordia conyugal entre los padres, pautas educativas inexistentes, contradictorias, ambiguas y caprichosas; criterios normativos autoritarios, rígidos, cambiantes; escasos recursos culturales (analfabetos, estudios sin finalizar, falta de cualificación profesional), locus de control externo en la atribución de la causalidad, egocentrismo, baja autoestima, agresividad, hostilidad hacia las víctimas y presencia de elementos psicopáticos (ausencia de sintonía emocional con los otros, impulsividad), entre otros varios que más parece un rosario.

Hago hincapié en esto, porque acabé de enterar que la policía de Tokio encarceló nuevamente, hace un par de días, a una artista japonesa por exhibir esculturas modeladas en su vagina y distribuir informaciones digitales -y no vaginales- que sirven para cualquiera que no sea “varón” construir un caique amarillo que ella misma proyectó inspirado en la esquife de sus órganos genitales.

Sólo que esta vez, conforme lo informó la policía, el efusivo propietario de la tienda de artículos eróticos donde Megumi Igarashi, de 42 años, que usa el pseudónimo Rokudenashiko, mostró al público sus trabajos también fue preso bajo acusaciones de obscenidad.

Un portavoz del Departamento de Policía Metropolitana nipona que no quiso identificarse, dijo que: “Ellos exhibieron diversos artículos obscenos en una vitrina para que las personas que viniesen a la tienda pudiesen verlas”... “Este es un hecho nuevo”, acrecentó el campanólogo vocero.

Antes, por si no lo recuerdan, Igarashi había pasado un corto periodo presa a inicios del corriente año por causa de un delito semejante. No en tanto, ahora su prisión y su detención terminaron por desencadenar un debate sobre los derechos de las mujeres y los límites de la expresión artística en Japón… Mismo que las obras de arte que ellas expongan sean escatológicas.

Por su vez, la policía de Tokio reiteró las razones dadas para la prisión anterior: la distribución de datos en “3D” de su vagina escaneada, que era la base digital de su proyecto de caique… Lo que lleva a cualquiera imaginar cuál era el tamaño de la susodicha cavidad.

Por supuesto, como toda mudez siempre acaba siendo castigada, ahora ella puede pegar hasta dos años de prisión y tener que pagar una multa de más de 25 mil dólares… Tiempo suficiente para que en la cárcel la artista piense como elaborar el proyecto de un lindo transatlántico.

Ante tales reincidencias muchos se limitarán a gruñir improperios, pero ratifico de que nada les vale, pues esa acción puede tornar el inofensivo verbo en un instrumento letal, sobre todo a los oídos de los amantes de las artes, quienes no tendrán más remedio que, frente a esa actitud filosófica, aguardar que los ruidos cesen y la Realidad se torne menos connivente con la sensatez que se alastra… ¡Ahora de barco!

(*) Si le parece bien, visite el blog “Infraganti!!! Imágenes sin retoque”, http://guillermobasanez.blogspot.com.br/... Libros y e-book disponibles en Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; y en: www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante 

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