quarta-feira, 25 de novembro de 2015

Jugando a Oscuras a la Cabra Ciega


Profeso que ya es hora del gentío prestar más atención en lo que hace y a lo que recurre para declarar sus virtuosos sentimientos platónicos ahogados. En especial lo digo por toda esa gente que sale poniendo “Te amo” en las paredes, ya que debería especificar a quién… Sé de un montón que ha leído ese tipo de mensaje al punto de ilusionarse y luego salió lastimado.

Hago tal referencia no por acaso, pues es notorio que otras personas apelan a actitudes más trastornadas y por veces se les va la mano, como es el caso específico de doña Gayle Newland, de 25 años.

Por causa de su pasión arrebatadora, esta mujer fue condenada hace unos días por un tribunal británico a pasar ocho años en la prisión, dando una de pajarito atrás de las rejas. En verdad, ella terminó siendo acusada de un crimen que se inició en los medios virtuales después de ella se hacer pasar por hombre para engañar una “amiga” y así poder realizar sexo con ella… Exactamente de la forma que el leyente imagina.

El caso es que Gayle quedó amiga de la víctima en la plataforma “Facebook”, en 2011, usando un nombre masculino en su perfil, “Kye Fortune”. Luego de pasar un tiempo intercambiando palabras dulces y románticas, las dos pasaron a una etapa superior en la que sustituyeron la escrita por conversaciones telefónicas de nivel más íntimo, aunque Newland continuó fingiendo ser un hombre.

Finalmente, después de gastar mucha saliva por el auricular, ellas concordaron en encontrarse en 2013. Circunstancialmente, Newland insistió para que la amiga se vendase los ojos para el encuentro.

Lo que suena extraño, es que ellas pasaron más de cien horas juntas, en las cuales la víctima siempre estuvo vendada… Lo que no sería necesario, pues ya da para sacar que era ciega de cerebro.

En fin, como si fuese poco, ya que el propio amor es ciego, durante algunos encuentros ellas mantuvieron relaciones sexuales, algo así como diez veces, hasta que la mujer abusada decidió tirar la venda y vio que Newland usaba en verdad una prótesis en lugar de pene… Cosa que nos hace suponer que a más de ciega era manca.

Sin embargo, contrariando a su ahora ex amiga, durante la audiencia Newland alegó que la víctima siempre supo que ella fingía ser un hombre y ambas se entretenían haciendo juegos lujuriosos para explorar la sexualidad. También negó que ella la tuviese forzado a usar vendas o cualquier otra cosa para esconder su rostro… Quizás queriendo reinventar algo parecido a “50 tonos de gris”.

Mismo así, el juez del caso, que no tuvo su identidad revelada, describió a la condenada como siendo “una mujer mentirosa, intrigante y muy determinada”.

El juez llegó a registrar en la sentencia, que “la señora acusada mantuvo esa línea de conducta durante un largo período de tiempo en el cual jugó con los sentimientos de otros, actuando únicamente para su propia satisfacción sexual sin llevar en cuenta el impacto devastador que el descubrimiento de la verdad tendría sobre la víctima”… Pero se atuvo de condenar a la acusadora por el simple hecho de ser “estúpida”.

Verdaderamente, a pesar de todos los defectos, la vida ama el equilibrio, pues si mandara sólo ella, haría que el color oro estuviera permanentemente sobre el color azul, que todo cóncavo tuviese su convexo, que no sucediese ninguna despedida sin llegada, que la palabra, el gesto y la mirada se comportaran como gemelos inseparables que en todas las circunstancias dijeran lo mismo… ¡Es de dudar!

(*) Libros y e-book disponibles en: Livraria Saraiva: www.saraiva.com.br; Livraria Siciliano: http://www.siciliano.com.br; www.clubedeautores.com.br/carlosdelfante; y en: Plataforma editorial Bubok: www.bubok.es/

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